6 remedios caseros para curar los talones agrietados y secos
Si en verano notas los talones agrietados o evitas las sandalias porque los pies se te secan, además de ser un problema estético, puede que las fisuras que salen si no las cuidas acaben convirtiéndose en un foco de dolor y posibles infecciones. Las grietas en los talones son causa directa de una falta de hidratación de la piel y para que sepas cómo remediarlo, en este artículo te explicamos cuáles son los 6 remedios caseros que puedes poner en práctica para curar los talones agrietados y unos consejos para prevenir su aparición.
Contenido de la información:
Por qué se agrietan los talones
Lo primero que debes saber es que la piel de los pies es más gruesa que la de otras zonas del cuerpo. Esto se debe a que el talón y la planta del pie son los responsables de soportar todo el peso del cuerpo al andar y, por tanto, están constantemente sometidos a una gran presión. Por este motivo la piel que hay en los pies es más gruesa y, como consecuencia, es mucho más propensa a la deshidratación, lo que provoca la aparición de las grietas.
Pero además de para lucir unos pies bonitos, hidratar la piel es fundamental para evitar infecciones porque éste órgano es una capa que actúa de barrera de protección frente a microorganismos del exterior. Al aparecer las grietas, la efectividad de la piel como barrera protectora disminuye y, como consecuencia, el organismo queda expuesto a la entrada de virus o bacterias.
Remedios caseros para curar los talones agrietados
Además de una hidratación continua de la zona, te explicamos qué remedios caseros puedes poner en práctica para eliminar estas fisuras de tus pies:
- Puedes utilizar aceites vegetales, como el aceite de coco o el de oliva para tratar los pies secos. En este caso tienes que coger una pequeña cantidad de estos ingredientes antes de irte a dormir y untarte toda la zona dando un masaje. Después, ponte unos calcetines de algodón y deja que el aceite actúe toda la noche. Por la mañana, quítate los calcetines y lávate los pies. Esta rutina tienes que repetirla varias noches a la semana hasta que la piel de tus pies recupere su aspecto natural e hidratado.
- La vaselina también ayuda a hidratar la piel. Por ello, se utiliza como remedio ante las durezas. En este caso es recomendable meter primero los pies en agua caliente durante unos 15 minutos para ablandar la zona del talón y después untar toda la zona con vaselina y dejar actuar igual que en el caso del aceite. Ponte unos calcetines de algodón y deja que haga efecto toda la noche.
- La miel ayuda a la hidratación de la piel y contribuye a conseguir un efecto y tacto suave. Para aplicar esta fórmula tienes que meter los pies en un recipiente en el que mezcles miel y agua tibia durante unos 15 o 20 minutos. Puedes masajear la zona mientras están sumergidos en esta solución.
- Otro remedio consiste en meter los pies en agua tibia con glicerina y limón. Debes mantener los pies sumergidos durante unos 15 o 20 minutos para que se ablanden y, después, pasar una lima o piedra pómez con el objetivo de eliminar las durezas y eliminar la piel reseca.
- Mascarilla de plátano y aguacate. En este caso tienes que realizar una preparación previa triturando el plátano y el aguacate (sin cáscara). Cuando consigas una mezcla homogénea, tienes que untártela en la zona del talón y taparla con papel film. Déjala actuar durante unos minutos, entre 10 y 20, y después retira el plástico y limpia la zona.
- Hidratación con aloe vera. Este producto tiene enormes beneficios para la piel, siendo uno de ellos que favorece la hidratación. Por este motivo, puedes ponerte aloe vera de forma diaria para intentar recuperar la flexibilidad e hidratación de la piel de los pies.
Todos estos remedios, para que tengan un buen efecto, deben repetirse de forma habitual, varias veces por semana, hasta que tu piel recupere la hidratación adecuada.
Cómo mantener los pies hidratados
Además de todas las fórmulas naturales descritas en el apartado anterior, siempre puedes recurrir al uso de cremas para talones agrietados que son específicas para tratar los pies resecos.
Por otra parte, como medida de prevención para evitar la aparición de las grietas y la sequedad de la piel de los pies, es fundamental que incorpores en tu rutina diaria el cuidado de tus pies. Un buen mantenimiento de la zona puede hacerse en pocos minutos, a través de la hidratación de los pies con cremas o remedios naturales, combinados con una exfoliación para quitar las células muertas y mantener siempre una piel en perfecto estado.
Causas que propician la aparición de las grietas
Algunos de los factores que influyen y propician la aparición de las grietas son:
- El tipo de calzado que utilizas. Abusar de las sandalias o de calzado que deje los talones al aire libre es un factor que propicia la sequedad de la piel porque permanecen expuestos a los rayos del sol de forma continuada. Esto no quiere decir que tengas que dejar de utilizar este tipo de calzado, sino que en estos casos debes prestar una mayor atención diaria al cuidado e hidratación de los pies. Y echarte crema solar en la zona, para protegerlos de las quemaduras del sol.
- El calzado adecuado para evitar la aparición de la piel seca y las grietas en los talones debe aportar una buena amortiguación y ser cómodo y amplio, para evitar la fricción al andar. Además, es fundamental que sujete bien el talón y, si te gusta llevar zapato alto, es mejor que apuestes por los modelos con poco tacón, para no someter a una presión excesiva al talón. Y, por supuesto, nada de utilizar calzado cerrado sin calcetines.
- Ducharse con agua muy caliente también reseca la piel. Por ello, es recomendable que si tienes los pies agrietados optes por las duchas o baños con agua templada o fría, para evitar una mayor deshidratación. Y en verano, si disfrutas de un día de piscina o de playa, es fundamental que después te duches porque el cloro del agua y la sal del mar resecan muchísimo la piel.
- Falta de hidratación del organismo. Hemos mencionado la importancia de mantener una buena hidratación de la piel exterior, pero la hidratación interior también es fundamental para evitar tener los pies secos. Por ello, es recomendable que bebas la cantidad de agua necesaria al día para mantener una buena hidratación, sobre todo en verano o en periodos de subidas repentinas de las temperaturas, como en las olas de calor.
- Mala alimentación. Una alimentación alta en grasas y baja en agua también influye en el estado de nuestro organismo. Por este motivo es recomendable consumir alimentos con altos porcentajes de agua que nos ayuden a hidratarnos, como por ejemplo la sandía o el pepino. O cualquier otro alimento de temporada que nos aporte todas las vitaminas y minerales y mantener un estilo de vida saludable porque la obesidad es otra de las causas directas que propicia la aparición de las grietas. Esto se debe a que los talones de las personas con sobrepeso deben soportar una mayor cantidad de presión de forma constante y, como consecuencia, se producen fisuras.
Síntomas y consecuencias de los pies secos
Los talones agrietados aparecen porque la piel de la zona pierde elasticidad y flexibilidad y, como consecuencia, se resecan y la piel cede y se agrieta. En la fase inicial, los síntomas son un leve enrojecimiento de la zona y, en ocasiones, picor a causa de la irritación de la piel. Al tocarlos, notas la zona seca y puede que algo de dolor. En caso de no realizar un tratamiento adecuado para paliar los efectos de esta fase inicial, aparecen grietas que, por norma general afectan a la capa externa de la piel, pero en ocasiones, pueden convertirse en un problema más grave y penetrar profundamente en capas internas de la dermis provocando mucho dolor además de ser foco de infecciones.