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El arte de regatear, trucos y consejos para hacer una buena compra

El arte de regatear: trucos y consejos para hacer una buena compra
NOTICIA de Javi Navarro
07.10.2009 - 17:52h    Actualizado 22.03.2023 - 16:46h

Marruecos, Túnez, Turquía o Egipto -en la imagen- son destinos muy atractivos para adquirir textiles y artesanía. Sin embargo en sus bazares y zocos es necesario regatear, un arte para el que conviene ir preparado. Las mejores artes y trucos para conseguir una buena compra en cualquier bazar del mundo se muestran a continuación.

Regatear no es fácil, puesto que nos enfrentamos ante profesionales que todos los días batallan con turistas que tienen la idea de regatear para conseguir compras más baratas. El portal HolidayCheck ha investigado y elaborado una lista de consejos para disfrutar de las compras, a partir de las experiencias de sus usuarios.

Contacto visual
Es preferible no mirar directamente a los ojos de los comerciantes si no se está interesado en lo que ofrecen. Será difícil rechazar su invitación a tomar un té y negociar precios. Si cuesta decir que no, mejor desviar la mirada. No es de mala educación. Una solución es fijar la vista dos puestos más adelante, sea cual sea el objetivo: una alfombra, un juego de té o un bolso de cuero. En el foro de HolidayCheck se valoran sobre todo las pipas de agua, las especias, las lámparas, el tabaco y la orfebrería de plata y oro. “En el Bazar Khan Kalili del Cairo todavía es posible encontrar productos hechos a mano y no souvenirs kitsch para turistas”, según la usuaria Nikita.

Propuestas de matrimonio
El mayor inconveniente para nuestras usuarias es la expectación que generan en los mercadillos. Con frecuencia reciben propuestas de matrimonio. Los ojos claros y la piel blanca son exóticos. “Es difícil pasar desapercibida en países donde las mujeres permanecen más tiempo en casa que fuera de ella”, según la usuaria Lillian. Mejor evitar escotes y faldas cortas. Cuanto más tapadas, más fácil será evitar situaciones desagradables. Es aconsejable ir acompañadas, aunque sin exagerar. “No somos de cristal. Al fin y al cabo en cualquier ciudad se debe aprender a convivir con los piropos y las impertinencias”, aconseja la usuaria Carofeli.

Evitar ganchos
Otro escollo son los ganchos. Esas personas que deambulan en el zoco y ofrecen una visita a una fábrica de alfombras o muebles. Conviene aceptar sólo si se está dispuesto a comprar una. Los comerciantes invierten mucha energía y pasión en presentar su mercancía. Si al finalizar no cierran la venta se decepcionan. Puede ser muy desagradable aceptar su hospitalidad e irse con las manos vacías.

Negociar con una sonrisa
A la hora de fijar el precio los usuarios más expertos de nuestro foro siguen unas pautas. Ofrecen al menos tres veces menos de lo que le piden. Dan la oportunidad al comerciante de subir el precio poco a poco. Demuestran que se sienten cómodos en la negociación con una sonrisa. El truco es tener temple y no pagar de inmediato. En los casos en los que sea difícil rebajar el precio de media vuelta. Seguro que aceptan la rebaja. Es parte de la escenificación de la venta.

Mostrar confianza
El idioma no suele ser una barrera. La mayoría de los vendedores dan fe de la buena predisposición de los vendedores para hablar en otras lenguas. No obstante es conveniente aprender el saludo local. El usuario Juanito, quien ofrece rutas auténticas por los bazares de Estambul, recomienda atreverse a llevar debajo del brazo prensa local. Para él lo fundamental es demostrar confianza. Fuera las caras de interrogación. Hay que caminar por el zoco como si fuera el mercado de nuestro barrio. Con las ideas claras de lo que se quiere comprar. Y gastar.