La importancia de desconectar en vacaciones: 6 de cada 10 directivos no logran hacerlo
Con la llegada de las vacaciones de verano, la desconexión se convierte en un tema crucial, especialmente para los directivos. Según un estudio reciente de Hays, empresa de selección y soluciones de recursos humanos, “un alarmante 60% de los directivos en España no logra desconectar durante sus períodos de descanso”. Esta incapacidad para alejarse del trabajo puede desencadenar una serie de consecuencias negativas, tanto para los propios líderes como para sus equipos.
El costo de no descansar
La falta de un descanso efectivo puede derivar en síntomas como frustración, estrés, decisiones impulsivas y, no menos importante, una pérdida de motivación. Óscar Vitales, Executive Search & Consulting Senior Associate en Hays España, advierte que “la sensación de haber estado de vacaciones sin haber descansado puede trasladarse rápidamente a los equipos. Y eso, a la larga, mina el clima laboral”.
Además, el impacto se extiende a los procesos de selección tras el verano. Vitales señala que, “en septiembre vemos candidatos agotados, poco claros en sus decisiones o con cambios motivados más por el desgaste que por una estrategia profesional bien planteada”.
La valoración del liderazgo y la gestión de equipos
La percepción que tienen los profesionales sobre sus líderes es clara: el 76% valora más que un líder delegue y confíe en su equipo, en contraposición a solo un 20% que prefiere tener a su jefe disponible solo para emergencias, y un escaso 4% que aboga por la disponibilidad total. “La desconexión total sigue siendo una excepción, a pesar de que este concepto está en las estrategias personales del 100% de los directivos”, explica Vitales. Sin embargo, se generan “muchas dudas sobre los límites y alcances de la desconexión”, lo que plantea un dilema para muchos en posiciones de liderazgo.
Por el contrario, los directivos que mejor logran desconectar suelen trabajar en grandes empresas con estructuras consolidadas, donde la delegación está más asumida. En cambio, en pequeñas y medianas empresas (pymes) o startups —donde los roles son más transversales— las urgencias son constantes y se complica la desconexión.
Estrategias para una desconexión efectiva
Desde Hays, los expertos ofrecen una serie de enfoques para facilitar la desconexión sin culpa:
– Planificación anticipada: Abordar las vacaciones con una estrategia clara.
– Delegación efectiva: Asumir responsabilidades antes de irse.
– Comunicación de límites: Informar al equipo sobre la disponibilidad desde el inicio.
Vitales sugiere también establecer un canal único para emergencias que permita solucionar problemas realmente necesarios, permitiendo así a los directivos disfrutar de su tiempo sin comprometer la operatividad. Asimismo, se recomienda aprovechar estas vacaciones para el crecimiento personal mediante actividades no directamente laborales, como cursos o lecturas especializadas. “Esta combinación permite desconectar del día a día sin renunciar al desarrollo personal y profesional, aportando una sensación de aprovechamiento real del tiempo”, afirma Vitales.
Un cambio necesario en las culturas empresariales
El desafío es claro: “Es necesario redefinir el contrato emocional con los líderes, fomentar culturas que valoren el descanso y garantizar que los valores se traduzcan en comportamientos reales, empezando por los puestos de mayor responsabilidad”, concluye el experto de Hays.
