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Los errores típicos al comprar una scooter de segunda mano que pueden salir muy caros

Los 6 errores al comprar una scooter de segunda mano que pueden salir muy caros
NOTICIA de Jessica Pascual
22.10.2023 - 10:04h    Actualizado 23.04.2024 - 17:19h

Falta de información sobre el historial de la moto, una mala inspección presencial de la misma, tanto parada, como en movimiento, formalizar la compra sin un contrato legal o no informarse sobre el vendedor. Estos son algunos de los errores más habituales que se cometen al comprar una moto de segunda mano y que pueden acabar saliéndole muy caros al comprador.

Para evitarlos, los expertos de AMV, empresa especializada en seguros de moto, hacen un repaso de los principales errores que se producen en estos procesos de compraventa. Tanto si estás pensando si es buena idea comprar una moto a tu hijo, como si buscas una moto barata de menos de 3.500 euros, no te pierdas estos consejos.

En esta otra información, puedes consultar las mejores motos más baratas que puedes conducir con el carnet de coche.

Comprar cuando no se necesita o para lo que no se necesita

Este es un consejo que sirve tanto para comprar una moto, como para cualquier otro objeto. Hay que tener presente siempre las necesidades de cada momento y, sobre todo, no comprar nada de forma compulsiva.

Hay muchas razones que respaldan esta afirmación, pero en especial, es fundamental evitar este tipo de adquisiciones dado que pueden provocar ansiedad, desencanto o frustración. Sobre todo, si lo que se compra no satisface las necesidades o expectativas previamente creadas.

Por ello, lo primero que hay que hacer antes de decidirse es preguntarse si realmente necesitas una scooter y para qué finalidad. En el caso de tener que desplazarse de forma única por zonas interurbanas o querer hacer largos desplazamientos en carretera y escapadas de fin de semana, quizá esta no sea la mejor opción.

No buscar referencias del vendedor

Es otro de los consejos que ofrecen desde AMV. A la hora de comprar una scooter de segunda mano existen dos posibilidades: Por un lado, comprarla a una persona particular o, por otro, hacerlo en un establecimiento especializado. En cualquiera de los dos casos, es fundamental consultar y buscar referencias del vendedor antes de formalizar la compra.

Si se trata de un particular, hay que valorar aspectos como que el vendedor ofrezca garantías de seguridad. Mientras que si se efectúa en un comercio especializado, lo ideal es buscar opiniones de otros usuarios, contactar con la entidad, hacer una visita y hablar con los profesionales que trabajan allí para conocer el funcionamiento y trato de la compañía.

No preguntar sobre la moto

Antes de comprar una scooter de segunda mano hay que informarse y preguntar sobre el historial de esta. La regla más básica a tener en cuenta es que el hecho de que esté limpia, en aparentemente buen estado y con neumáticos nuevos no significa que esté en perfectas condiciones.

Porque no hay que olvidar que se trata de un vehículo usado y que hay que preguntar el motivo por el que está a la venta, si ha tenido varios dueños, si ha pasado todas las revisiones o si ha sufrido algún tipo de accidente. Una de las recomendaciones de los expertos es hacer una lista con las preguntas básicas que hay que hacer y despejar todas las dudas antes de comprarla.

No analizar la moto en primera persona, tanto parada como en movimiento

Además del paso previo de hacer preguntas e informarse sobre el historial de la moto, hay que realizar una inspección de la misma de forma presencial. Un examen en el que hay que revisar y mirar los siguientes aspectos, según explican los expertos:

  • En primer lugar, y con la moto parada, hay que observar de manera detenida el exterior del vehículo y ver si presenta algún golpe o desperfecto o si tiene alguna parte suelta.
  • En el caso de que tenga parabrisas, valorar si tiene algún arañazo y comprobar si el asiento está desgastado, así como el estado de los reposapiés y gomas del puño del manillar.
  • En cuanto a las suspensiones, hay que revisar su estado. Para ello, solamente hay que hundir la horquilla varias veces y, al hacerlo, lo normal es que recupere su forma al instante. También hay que observar si existe alguna fuga de aceite.
  • En cuanto a los frenos, las ralladuras es una de las señales que indican que deberían reemplazarse. De manera adicional, hay que mirar el color del líquido de frenos, que no debe ser muy oscuro.
  • Sobre los neumáticos y las llantas, hay que ver si el aro exterior está muy picado.
  • Por último, hay que asegurarse de que si la moto tiene accesorios, estos están homologados y no son susceptibles de sanción.

Una vez hechas estas comprobaciones, hacer lo propio, pero con la moto en movimiento.

  • En este sentido, lo primero que hay que hacer es encender el motor y verificar que no haya fugas y el estado del humo del tubo de escape.
  • También hay que verificar las luces, en todas sus opciones, así como los intermitentes. Si hubiera alguna que no funcionara, antes de comprar la moto es mejor cambiarla para asegurarnos de que es solo eso, una luz fundida y no un problema eléctrico.
  • Es recomendable dar una vuelta con la moto para comprobar la sensación de conducirla y su comportamiento. El objetivo es detectar posibles anomalías o problemas con la bujía o suciedad en el filtro de aire.
  • Por otra parte, si no controlas mucho el mundo del motor o los vehículos, lo mejor es que acudir a un mecánico o una persona de confianza que tenga más experiencia y conocimientos para revisarla.

Comprarla sin contrato ni documentación

Es otro de los grandes errores. Es fundamental garantizar que el proceso se realiza de manera legal y transparente. Para ello, lo primero es cumplimentar y firmar un contrato de compraventa. En este debe reflejarse el precio y detallar aspectos como si la scooter dispone de un seguro en vigor o si se encuentra al corriente respecto de las obligaciones derivadas de la ITV.

De manera adicional, el vendedor tiene que confirmar que no existe ninguna carga, gravamen, impuesto, deuda o sanción pendiente de pago en la fecha de la firma del contrato. Por otra parte, también es importante prestar atención a la identidad del vendedor y los papeles de la moto. Y comprobar que coincide la persona que nos la está vendiendo con el titular del scooter. Y ojo, no debemos olvidarnos tampoco de la garantía

No asegurar la moto

Por último, hay que recordar que para poder circular con una moto por carretera esta debe tener un seguro.



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